Título: 1.280 almas
Autor: Jim Thompson
Editorial: El País Serie Negra
Traducción: Antonio Prometeo Moya
Encuadernación: Tapa blanda (de bolsillo)
ISBN: 9788498678451
Edición: - - -
Páginas: 208
Precio: - - -
SINOPSIS
“Yo sólo soy un sheriff del sur” declara Nick Corey, un tipo en apariencia lerdo y vago que no soporta a su mujer ni a su cuñado, cuya máxima es que sólo se detiene a un individuo cuando no hay más remedio, y eso siempre que sea un don nadie. Todos en Potts County —un lugar imaginario en la América profunda, con una población de 1.280 habitantes— están convencidos de su apatía y su simplicidad. Pero pronto el lector se dará cuenta de lo astuto que es Corey. Su deseo de ser reelegido para el cargo de sheriff hace que su comportamiento no tenga límites ni conozca escrúpulos. Poco a poco, la idea de deshacerse de todos aquellos que se interpongan en su camino va tomando cuerpo. El protagonista expone en primera persona los hechos sin inmutarse, pues en su paranoia llega a creerse elegido para limpiar de escoria el lugar.
OPINIÓN PERSONAL
Una de tantas lecturas ligeras de verano que luego pospongo reseñar por pura pereza. La lectura resulta ágil y de lo más simple, pero el personaje de Nick Corey es muy divertido y te hace disfrutar de la historia, es imposible que te caiga mal, pese a tener un doble rasero de lo más curioso.
SOBRE EL AUTOR
James Myers Thompson (Anadarko, Oklahoma, 27 de septiembre de 1906 - Huntington Beach, California, 7 de abril de 1977), conocido como Jim Thompson, fue un guionista y escritor de novelas policíacas de género negro.
Su padre, James Sherman Thompson, era un adinerado sheriff corrupto del condado de Caddo, en Oklahoma. Se presentó a las elecciones para el congreso por el partido Republicano y fue derrotado el mismo año que nacía Jim. A continuación huyó a México para evitar problemas legales por malversación de fondos públicos. Era un hombre alocado, jugador compulsivo, que hizo una fortuna en el petróleo y la dilapidó rápidamente.
El futuro escritor tenía parte de sangre cherokee por su madre, una maestra, y vivió su infancia en Oklahoma City y en Burdell, estado de Nebraska, de donde eran sus abuelos maternos. Allí estuvo dos años mientras su padre estaba fugado, bajo la influencia de su abuelo, quien lo inició no sólo en la lectura de los clásicos (desde los griegos, pasando por Freud, Karl Marx, hasta Don Quijote o Los viajes de Gulliver), sino también en sus primeras experiencias adolescentes con el tabaco y el whiskey.
En 1919, el padre se consagra a la extracción de petróleo y toda la familia se traslada a Fort Worth, en Texas, donde permanece diez años entre la súbita riqueza y una no menos súbita pobreza, que al fin domina a la unidad familiar cuando quiebran los negocios petrolíferos. Jim debe ponerse a trabajar muy joven en 1921 en la redacción de un periódico y a escribir relatos, especializándose en la temática criminal, con ayuda de su madre y su hermana, que le buscan casos reales que el muchacho reescribe. En 1923 se pone a trabajar, además, en un hotel como botones. En 1925, las complicaciones de una tuberculosis, el estrés de un trabajo intenso y el alcoholismo le obligan a convalecer a duras penas y empieza un largo vagabundeo de un empleo a otro, frecuentando los bajos fondos. Trabaja de obrero de la construcción, de bracero y en un oleoducto, y todos estos y otros empleos dejarán huella en su obra.
El mundo que reflejan las 29 narraciones extensas de Jim Thompson es nihilista y está poblado de perdedores, aprovechados, sociópatas y psicópatas; no hay otra moral que el propio beneficio. Sus mejores novelas están escritas en primera persona y algunas son autobiográficas.