Titulo: Los años de peregrinación del chico sin color
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Tusquets Editores
Traducción: Gabriel Álvarez Martínez
Encuadernación: Tapa blanda, de bolsillo
ISBN: 9788483839232
Edición: 2014
Páginas: 318
Precio: 8,50 €
SINOPSIS:
Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años despues, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ha llegado la hora de subirse a un tren.
OPINIÓN PERSONAL:
Cada novela de Murakami, pese a no ser algo único de él, sino algo que vengo apreciando en casi toda la literatura asiática, me deja con más interrogantes que los que tenía al principio. Sí, resuelve a rasgos generales lo que él considera relevante, a fin de cuentas es su historia, pero siempre deseas saber qué pasó con ese personaje que aparece sólo durante tres capítulos sobre el que piensas "si aparece, será relevante", qué había en aquella bolsa del cuento, si se queda con la chica... ¿Qué llevó a aquel personaje a actuar de determinada manera? ¿Quién asesinó a este otro? Demasiados interrogantes. Amo los finales abiertos, amo la literatura de Murakami precisamente porque el libro no se queda en las páginas, sino que sigue vivo en tu cabeza, tiempo después de haberlo terminado continúas dándole vueltas a innumerables hipótesis para las que muy probablemente ni siquiera el propio autor tenga respuestas, por ser simples Macguffin.
SOBRE EL AUTOR
El eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, Haruki Murakami. Es complicado encontrar información sobre él que no sea la incluida en Wikipedia, ya que es un acérrimo enemigo de las entrevistas, pero decidió hacerse escritor tras asistir a un partido de baseball entre los Yakult Swallows e Hiroshima Carp. Cuando uno de los jugadores estadounidenses consiguió un doble, sin relación alguna con la situación, Murakami asumió que podía escribir una novela. Se marchó a su casa y comenzó a escribir Escucha la canción del viento, y la terminó durante los ratos libres que le dejaba su trabajo atendiendo su bar de jazz.
Otros datos curiosos sobre el autor:
Se estima que su colección de vinilos de jazz supera los seis mil ejemplares.
Su rutina para escribir es una de las más duras conocidas a lo largo de la historia. Se despierta a las cuatro de la madrugada y escribe durante seis horas. Tras esto, para despejarse, corre diez kilómetros o nada unos mil quinientos metros. Lee un poco al acostarse mientras escucha música, para dormirse a las nueve de la noche. Realiza estas mismas acciones todos los días sin excepción durante el proceso de escritura.
A lo largo de su vida, como persona solitaria, solo ha contado con dos amigos, ambos mujeres. Una de ellas es ahora su esposa, Yoko.
Murakami aprendió a leer inglés por los libros de segundo mano que
vendían en la ciudad en que creció, Kobe; invertía todo su
dinero para perderse en las novelas de crimen, sus favoritas.
Tiene problemas de sueño, pues pocas son las veces en que recuerda sus sueños. En una entrevista con el periódico The Guardian reveló que al visitar a un terapeuta por no recordar sus sueños, este
le dijo que todo tenía sentido. Sin embargo, años después, cuando quiso
regresar a preguntarle a qué se refería, el terapeuta había muerto,
dejando la incógnita en el aire.
Mientras escribe la historia, no conoce el final del libro. "Si hay un
asesinato en el inicio del libro, no sé quién será el asesino. Escribo
el libro porque me gustaría saber quién fue, porque de saber quién es el
asesino, no tendría sentido escribir una historia".